Humedades en Casa

Tipos de humedades en casa, causas de las humedades y soluciones de aislamiento e impermeabilización

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El moho es un organismo vivio que crece en superficies mojadas o húmedas. Aunque normalmente es de color gris o negro también puede ser blanco, anaranjado o verde. Las manchas de humedad son simplemente un tipo de moho.


El moho produce “esporas”, motas diminutas que no se pueden ver y que flotan en el aire. Al respirar estas motas de moho entran en los pulmones lo que puede ser causa de problemas de salud, llegando incluso a provocar ataques de asma.


Algunos de los lugares donde hay mayores posibilidad de encotrar moho :



• En el cuarto de baño, especialmente alrededor de la ducha o la bañera y en las paredes, el techo o el piso.


• En sótanos mojados o húmedos y en lugares bajos.• Alrededor de los lavabos del cuarto de baño y de la cocina que tienen fugas.


• En áticos que tienen techos con goteras.


• En ropa húmeda que no se seca con rapidez.


• En las ventanas y paredes donde se recoge condensación.


• En armarios.


• Debajo del papel tapiz o de las alfombras.


• En el aparato de aire acondicionado.


Es importante solucionar inmediatamente cualquier problema relacionado con la humedad en casa ya que el moho puede crecer rápidamente, por lo que es mejor no esperar.

La aparición de moho está directamente relacionada con una insuficiente ventilación y/o exceso de humedad, por lo que la intervencion sobre estos dos factores (ventilación y humedad) es la primera medida a adoptar.
Un aspecto muy importante para prevenir la aparición de los mohos es un buen aislamiento de las paredes.
El proceso para la eliminación de estos mohos variará en función del material de la superficie afectada.



Si la pared está recubierta de pintura plástica, o similar puede ser suficiente con la limpieza de la pared con productos de limpieza estándar.

En cambio si la superficie donde está el moho es papel pintado , habrá que substituir la superficie de papel afectada.


El el caso de paredes de yeso, la solución pasa por rascarlo y aplicar una nueva.


Una vez tomadas estas medidas en función del material de la superficie afectada, si el moho reaparece, lo que es una posibilidad sobre todo si se ha asentado, tendríamos que utilizar productos fungicidas, que actuan contra los hongos causantes del moho. Estos productos específicos antimoho se aplican en varias capas despues de sanear la zona afectada y como paso previo a la colocación del nuevo revestimiento (pintura, papel pintado, yeso, etc.).

Para humedades por escapes de agua en tuberías interiores la primera medida a adoptar es picar la zona afectada y ver el origen de la tubería. Si la tubería es de propiedad comunitaria, el seguro de la comunidad correrá con los gastos de la reparación y de los desperfectos que haya podido causar.
Si la tubería es del vecino será este el corra con los gastos.
Si la tubería es propia, deberemos consultar las clausulas de nuestro seguro, y ver si cubre este tipo de desperfectos. Generalmente los seguros cubren los daños producidos por el agua en el interior de nuestra vivienda.
El caudal del grifo puede ser también un signo revelador de que las tuberías no se encuentran en condiciones, ya que si llega poco caudal es posible que exista alguna fisura.




La humedad por filtracion de agua tiene lugar por filtraciones laterales de agua .



Las causas que la generan la humedad por filtración son diversas:




  • Una proporción inadecuada en la mezcla de agua y cemento

  • Insuficiente compactación

  • Colocación deficiente de las bandas de juntas

  • La aparición de fisuras de retracción

  • Asientos diferenciales que provocan la filtracion de agua.



La humedad por filtracion se ve agravada si se une a la presencia de factores como agua subterránea o pérdidas accidentales de agua entre otros.




Entre las consecuencias que provoca la humedad por filtración en nuestra casa podemos destacar
la degradación estructural, la oxidación del hierro, la disgregación del revoco y la entrada de agua



La humedad es uno de los principales agentes de degradación de los elementos constructivos. Una de las más frecuentes es la que se produce por condensación.
Es de sobra conocido que la humedad de condensación se produce cuando el vapor de agua del aire entra en contacto con una superficie fría –una pared mal aislada, una zona poco ventilada o carente de calefacción, etc.– y éste se licúa. Como consecuencia, aparecen manchas de humedad, un excelente caldo de cultivo para la generación de hongos y comienza el deterioro de la superficie. A ello hay que añadir la contaminación ambiental y el riesgo de alteración de la salud de las personas que utilizan la estancia.

Las causas que pueden conducir a la aparición de humedad de condensación son varias y todas ellas están relacionadas. En primer lugar, se encuentra la ausencia de ventilación inadecuada. Una renovación puntual pero no continua del aire de la habitación, la aireación con aire excesivamente frío, el exceso de producción de vapor de agua o el exceso de renovación, son formas de ventilación inadecuada y factores potenciales de manifestación de humedades.
Una segunda causa puede ser la falta de calefacción o su empleo incorrecto, bien por un exceso de uso –la utilización de un combustible generador de excesivo vapor de agua de combustión (butano, propano, petróleo), una distribución inapropiada de la temperatura en la habitación y en la vivienda o local– o la colocación de la caldera en un lugar inconveniente, como habitaciones poco ventiladas o lugares con corrientes que llevan el aire quemado hacia el interior.

La ausencia de aislamiento, o su existencia, pero con el tipo incorrecto, constituyen un tercer factor de riesgo y posible origen de humedad. Efectivamente, un aislamiento térmico insuficiente entre los elementos constructivos exteriores e interiores y la falta de medios de aislamiento hidráulico exterior que canalicen y expulsen todo el agua y la humedad que entren en contacto con el edificio, también pueden dar lugar a este tipo de humedad.


Compruebe si se trata o no de un problema de condensación pegando con cinta adhesiva un trozo de papel de aluminio sobre la pared afectada. Si aparece vaho en la cara visible del aluminio, hay condensación.
Las filtraciones por lluvia que afectan al interior de la vivienda se manifiestan en forma de manchas perfectamente delimitadas que crecen con el aumento de las precipitaciones.
Uno de los síntomas de humedad exterior es la aparición de eflorescencias blancas en la fachada. El moho, el musgo o las grietas también son indicio de humedad.
Si su pared presenta, tanto por fuera como por dentro, manchas blancas de salitre, su problema es la humedad ascensional (llamada así porque sube por la pared desde el suelo). Si no lo trata, con el tiempo puede aparecer musgo en el exterior, mientras que en el interior la pintura se desconchará y la pared se llenará de moho.
Las llamadas humedades accidentales provienen de fugas en los conductos de agua (rotura de una cañería, mal sellado de una junta, etc.). Se manifiestan sobre la pared o el techo afectado en forma de aureolas concéntricas que se agrandan a medida de que el agua se acumula.
El agua empleada para mezclar los materiales utilizados en la construcción (hormigón, yeso, mortero, etc.) suele exudar hacia la superficie provocando ligeras humedades que aparecen, indistintamente, en suelos, paredes, techos, etc.


Buscando las causas de las humedades
La humedad puede ser provocada por la pérdida de agua de una tubería o por un mal drenaje de ventanas y puertas.
La porosidad de los suelos de sótanos u otras construcciones bajo nivel es responsable de humedades que suben desde el suelo hacia el interior de una vivienda.
La condensación también causa humedades interiores, así como las grietas en la mampostería.
Cuidado con los golpes ocasionales que reciben puertas y ventanas. Pueden producir una caída del revoque de alrededor de los marcos. Por estos espacios se puede filtrar humedad. Rellene los huecos con masilla selladora resistente al agua.
Revise una vez al año el correcto funcionamiento de los canales, las bajantes de evacuación y el estado de impermeabilización de los muros. No descuide tampoco el grado de limpieza de la red de drenaje y evacuación y las posibles fisuras y grietas de los suelos. No se olvide de la limpieza y el correcto funcionamiento de los elementos de desagüe (sumideros, canalones y rebosaderos) de la cubierta y las terrazas.
Compruebe cada tres años si se han abierto fisuras, deformaciones, etc., en la fachada y el estado de conservación del tejado (tejas, cambios de inclinación, etc).